jueves, 26 de febrero de 2009

Dolor = Placer

Hace poco tuve la oportunidad de charlar con un amigo 'vainilla' acerca de la sensación de los azotes, él decía que no sabía como NO sentíamos dolor las(os) spankees durante una azotaina... Yo no pude hacer otra cosa que reirme porque no es que NO sintamos dolor o que no tengamos cierto temor de recibir los golpes, si no somos de hule, hombre. Lo que pasa es que es una combinación extraña de dolor y tantas sensaciones que terminan traduciéndose en placer.

Sabemos perfectamente que cualquier impacto de la mano o algún otro instrumento sobre nuestra piel aplicado con cierta fuerza producirá dolor... pero también sabemos que hay mucho más que envuelve todo este proceso... No son solo los golpes, es algo más.

La verdad es que no soy una experta y me cuesta mucho trabajo dar a entender qué parte de todo esto es la que me excita, incluso sé que es un conjunto de cosas y detalles que logran que una palabra, un gesto, una amenaza (sin siquiera necesidad del azote... que si lo hay es mucho mejor) logren despertar al geniecillo dentro de la spankee...

Si estoy jugando con mi spanker y de pronto me paso un poco de la raya... viene la amenaza... lo cual produce cierto temor pero al mismo tiempo motiva a que haya la provocación hasta llegar a efectuar tal amenaza... El rincón no es placentero... de hecho existe un fuerte debate entre el gusto de los spankers y el disgusto de las spankees por este previo, intermedio o posterior castigo dentro de la sesión de azotes... Pero sabemos que el estar ahí, de cara a la pared, de alguna forma incluye lo otro... así como el ardor, la rojez, las lagrimitas y , obviamente, el dolor.

Por ejemplo, la sesión con la mano es bastante rica siempre y cuando no haya demasiada fuerza o tiempo de aplicación del castigo... estoy segura que muchas de nosotras, spankees, tendemos a poner una cara de terror, a suplicar y prometer que seremos buenas en cuanto vemos el cinturón, la vara o el cepillo de madera... a pesar de saber que deseamos que comience ya!... que la mano no ha sido suficiente... que queremos más... porque siempre queremos más... ¿no?

Como dicen en mi pueblo: 'que se sienta lo que el cuerpo recibe'... ja ja ja!... es eso, el dolor como medio del placer!... Es por ello que tenemos nuestros límites... la 'palabra de seguridad' que sólo será dicha en caso de ser necesario... y casi nunca lo es...

Puedes seguir azotándome todo lo que quieras... no pienso disculparme NUNCA!!


Yo Spankee



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando uno se puede decir Spanker? Tu lo puedes decir?

Anónimo dijo...

la verdad que estoy en todo de acuerdo con vos, yo solamente con sentir la palabra paliza empiezo a gozar, cuando el latigo o el cinto cumplen su rol se me eriza la piel y empiezo a gozar mucho