martes, 14 de octubre de 2008

México lindo y querido...


Para las fiestas patrias de este año no había planeado nada en especial, aunque todo apuntaba a que sería un fin de semana muy bueno. El sábado fue mi cumpleaños y el puente por el día de la independencia alargaría el fin de semana hasta el miércoles. Para mi buena suerte, mi Mexiñol planeó visitarme esos días. Habíamos planeado pasar juntos las festividades y yo estaba muy emocionada, sobre todo porque pensaba que para él esa sería una experiencia nueva ya que jamás había estado en México durante esas fechas…

Me agradó ser, por una vez, la que le hablara de modo (casi) experto acerca de un tema que desconocía… Ahhh, fue muy bueno porque por lo general él conoce de todo un poco (o más bien un MUCHO) y aunque no fue la excepción, pues estaba bastante bien informado, me sentí importante de pensar en poder enseñarle algo…

Habíamos quedado de encontrarnos en el hotel a las 8 u 8 y media… aunque el maldito tráfico entorpeció todo y mi Mexiñol llegó casi una hora después. Durante el tiempo de espera en la habitación, busqué algo que ver en la TV… afortunadamente encontré una peli de mi actor favorito…

Suena mi celular…

-Ya voy para allá, en 10 minutos llego…


En mi cara se dibujó una gran sonrisa… estaba muy contenta de que el momento hubiera llegado de nuevo…

Toc, toc, toc… Abro la puerta y veo a mi Mexiñol… besos y abrazos de inmediato…

-Ya quería verte.

Un ratito de apapacho y vámonos a cenar.

Debido a la fiesta había muchísima gente en la calle, todo estaba lleno pero pudimos encontrar un lugarcito cerca de la plaza principal. Cenamos, yo enchiladas queretanas… él.. argh! no recuerdo… hablamos de muchas cosas, nos reímos (como siempre), compartimos momentos muy especiales, además de la ceremonia por la conmemoración de la independencia…. Vaya!! qué ironía… y pensar que contra quienes se luchó en la guerra de independencia fueran justamente españoles… (ñe, ñe, ñe)… Pero bueno... ese es otro cantar... el pretexto es lo de menos...

Después de cenar queríamos beber una cerveza y meterla de contrabando al hotel (conste que esa idea no fue mía :p)… Pero había tal cantidad de gente en las tiendas que… a la chingada!!! mejor entremos a un bar. Daba la casualidad que ese día había box… peleaba el ‘Travieso Arce’… y yo moría de ganas por ver la pelea (qué buena suerte!!!, pensé) y pude compartir ese momento también con mi querido Mexiñol… además de una rica cerveza… las miraditas y las manos entrelazadas me permitían adivinar que lo que le seguiría tendría que ser más que genial.

Al salir del bar caminamos tomados de la mano en dirección al hotel, serían unas 5 cuadras, las cuales aprovechamos para seguir hablando de esto, de aquello, de todo un poco… Creo que ya he dicho cuánto me gusta escuchar a mi Mexiñol… es un conversador increíble… y además me hace reír, lo cual me encanta!!!

Sólo llegar a la habitación las caricias, los besos, el deseo… no se hicieron esperar… (*)

Antes de ese encuentro yo había estado pensando la manera de compensar los malos ratos de la vez anterior que le había hecho pasar a mi querido spanker… así que por decisión propia (y en contra absoluta de mi naturaleza… arrghhh), decidí que me portaría MUY bien… y que haría todo lo que mi Mexiñol me pidiera… pero también quería apapacharlo a él… porque si se preocupa por mí… me cuida y me consiente… lo menos que puedo hacer (además de gozar al máximo), es ser un poquitín recíproca…

Poco antes de dirigirme hacia el hotel (por la tarde)… había pasado a una tienda… mi búsqueda tenía como objetivo ‘chocolate líquido’… busqué y busqué…. Pero nada!... tuve que conformarme con una latita de leche condensada… (mmm… que rico!)…

(*)… cuando mi Mexiñol estaba acostado conmigo, disfrutando de unos besos llenos de pasión… me vi en la penosa necesidad de interrumpir… me levanté y revolviendo mi maleta, saqué la latita de leche… la destapé… y dejé caer un chorrito… hice caminitos a lo largo y ancho de su pecho… él, con los ojitos cerrados… parecía disfrutar del momento… entonces mi lengua comenzó a actuar… suavemente fui recorriendo cada parte…. Mmm… me encantaba ver la expresión de goce y las sonrisas que a momentos dejaba escapar… lamí hasta casi hacer desaparecer cualquier resto del dulce en su cuerpo…

Yo estaba contentísima, pretendía seguir con el juego pero en ese momento se puso de pie… yo arrodillada en la cama, no sabía qué hacer… de pronto comienza a sacar las fundas de las almohadas… con una me ató las manos por la espalda, con otra me vendó los ojos… de pronto comencé a sentir ESA cosquillita pues se puso de pie junto a la cama a un costado mío… suavemente comenzó a recorrer mi cuerpo con sus manos… con sus labios…

De pronto siento la primer nalgada… mmm, muerdo mis labios… otra más!!... y otra!! Alternaba cada nalga y con la otra mano me hacía desear liberarme… ahhhh… un cúmulo de sensaciones se agolpaban en todo mi ser… su boca en mi pecho… otra nalgada!!!... un beso… plas!!... sus manos por todo mi cuerpo… plas!!... Tanto placer y me retorcía… espasmos de excitación me obligaban a inclinarme hacía adelante y hacia atrás… pero él quería que mantuviera una posición recta… (qué difícil!!!)… a cada movimiento mío una nalgada me recordaba cómo debía permanecer… deseaba abrazarlo… besarlo… verlo!!

El placer que sentía es indescriptible… suavemente me recostó sobre la cama… liberó mis manos y retiró la venda… una maraña de sensaciones me recorrían de arriba abajo… y el Mexiñol ya era mío…

No pude hacer otra cosa que responder (de manera casi salvaje) a tanto cariño… Nos besamos… nos tocamos… fuimos el uno del otro…

No sé cuánto tiempo estuvimos ofreciéndonos, de manera mutua, los placeres más exquisitos que podíamos… pero de pronto estábamos ya exhaustos, abrazados… sudando y respirando agitadamente… Me gusta mirar su rostro… me transmite tanta paz y seguridad que no quisiera dejar de verlo nunca… a veces entrecierro los ojos cuando lo veo... y sonrío… me gusta jugar a preguntarme los ‘porqués’ de todo esto… y disfruto aún más cuando me respondo que no importa… que lo que debe ocuparme es gozar y hacerlo gozar a él…

Él también me mira… me abraza con fuerza y a ratos acaricia mi cabello y desliza sus manos hasta mi cuello… Me da un beso tierno y me dice: Ponte de pie…

Recordando la última vez… obedezco de inmediato, me pongo de pie y él se sienta al borde de la cama… (qué manera de romper el momento romántico, caray… Pero no rezongo… me limito a hacer lo que me pide) ¿Por qué eres tan traviesa y desobediente?...ponte sobre mis rodillas, ordena. Si chistar atravieso mi cuerpo perpendicular al suyo… No hay prenda alguna que me cubra/proteja… me tiene a total disposición…

Lenta, pero firmemente, comienza a azotar con la mano… una nalga… la otra… alterna en tiempo, lugar y fuerza… no tengo la más mínima idea de cuánto tiempo ha estado azotando… pero los regaños van apareciendo poco a poco… creo que la parte disciplinaria ha llegado… mi Mexiñol también se preocupa porque me comporte adecuadamente, cumpla con mis responsabilidades y me cuide como debe ser… comer y dormir a mis horas… hacer lo contrario es darle el pretexto perfecto para hacer sufrir mi colita…

Auch!!. Duele bastante…

-¿te vas a portar bien?, me pregunta…

y yo lo pienso mil veces… no puedo decir que sí a algo de lo que no estoy segura poder cumplir… pero tampoco soy tan descarada como para confesar que pretendo hacer todo lo contrario….

–lo intentaré- es mi respuesta…

…pero a él no le ha parecido lo suficientemente convincente, así que el castigo continúa…

–Ponte de pie.

(¿¿¿otra vez????, arghhh!!)

–Saca de mi maleta la zapatilla, veo que no entiendes…

Me dirijo lentamente hacia la maleta (maldiciendo entre dientes… je je je, no me escucha)y saco la (estúpida) zapatilla… se la entrego y me jala de nuevo sobre sus rodillas…

Plafff, plafff… me caen zapatillazos en mi pobre trasero que a esas alturas ya estaba bastante maltrecho con sus manotas de spanker…

–Dime, niña traviesa… ¿te vas a portar bien… vas a ser obediente?

–Que no séeeee.. voy a…. in-ten-tar-looooooooo!!!

–Malísima respuesta… plafff, plafff, plafff, (después de un buen rato de chancletazos) ponte de pie….

(arggghhh.. no de nuevo…., pero obedezco…)

Se levanta él también… pone las almohadas una sobre otra en la cama y me ordena recostarme encima… (boca abajo, claro)… consecuencia de las almohadas, mi trasero desnudo queda totalmente expuesto…

De pronto escucho movimiento… oh-oh!!! Veo que toma un cinturón… lo dobla a la mitad… me hace un par de advertencias y… plassss, plasss… unos cuantos cinturonazos (hasta eso, no tan fuertes) caen sobre mis pobres nalgas… pero debo reconocer (tal vez con un poco de vergüenza) que mi orgullo es un poco difícil de doblegar…

Aguanto estoicamente hasta que ya no puedo seguir siendo la traviesilla rebelde que había mostrado hasta ese momento… siento mi trasero muy caliente y tengo que aceptar que me he portado mal… pero que voy a ser una mujer buena, responsable y obediente…

–Muy bien, mi niña… el castigo ha terminado…

(suspiro)…

Suavemente soba mis nalgas… y poco a poco sus manos se adueñan de mis sensaciones, las caricias se extienden… sobre y dentro de mí…. Acerca su boca a mi oído y me pregunta si he aprendido la lección…

–Si, contesto rápidamente (si no soy tonta!!)…

Se tiende a un lado mío y me gira hacia él… una vez más puedo ver esos ojitos mexiñoles que tanto me gustan… siento el dolor en mis pompas… pero la sonrisa en mis labios se dibuja automáticamente… no puedo hacer otra cosa al percibir esa mirada llena de picardía y ternura…

Me besa apasionadamente y yo respondo… nos fundimos en un abrazo que es sólo el preámbulo a más pasión… más entrega mutua… jadeos… sonrisas… sudor... Mi Mexiñol y yo…


Yo Spankee

1 comentario:

Anónimo dijo...

Precioso blog, no lo había visto pero te añado a mis link para visitarte. Besos!!!